¡Alerta de rumores sobre enfermedades respiratorias 2024!

A pesar de lo que haya oído, enfermarse de gripe puede ser muy peligroso e incluso mortal. Es posible que haya oído a personas decir que es “simplemente” gripe, que no se vacunarán porque la gripe no es una amenaza o que desestiman las preocupaciones sobre la propagación del virus porque no creen que pueda dañarlos a ellos ni a sus seres queridos.

Lamentablemente, este tipo de pensamiento provoca miles de muertes por gripe en los EE. UU. cada año.

No debemos entrar en pánico por la gripe, pero debemos tomarnos en serio la amenaza de infección y hacer todo lo posible para mantenernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos a salvo, lo que incluye vacunarnos contra la gripe estacional, buscar atención médica si estamos enfermos y quedarnos en casa si tenemos síntomas.

La vacunación proporciona una inmunidad fuerte sin el riesgo de sufrir una enfermedad grave que conlleva una infección. Es posible que le hayan dicho que la “inmunidad natural” al contraer COVID-19 es mejor que la inmunidad inducida por la vacuna, pero esta es una idea peligrosa.

La protección que recibe de su sistema inmunológico después de enfermarse puede variar mucho en intensidad y duración, y contraer COVID-19 conlleva riesgos significativos de enfermedad grave, complicaciones a largo plazo e incluso la muerte. La vacunación ofrece una forma más segura y controlada de generar inmunidad sin los riesgos.

Si bien la infección natural puede generar protección, conlleva riesgos significativos de enfermedad grave y complicaciones. Las vacunas contra la COVID-19 brindan una inmunidad fuerte y efectiva sin estos riesgos y ayudan a prevenir la propagación del virus.

Es cierto, los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave por el RSV, los bebés nacidos a término también pueden sufrir infecciones graves por el RSV. Algunos padres pueden escuchar que el RSV solo afecta a los niños que nacieron prematuramente, pero esto no es cierto.

Si bien los bebés prematuros tienen un mayor riesgo, el RSV también puede afectar gravemente a los bebés nacidos a término, a los niños mayores y a los adultos, especialmente a aquellos con sistemas inmunológicos debilitados o enfermedades crónicas. Aproximadamente el 75 % de los bebés hospitalizados por RSV no nacen prematuramente y no tienen afecciones médicas subyacentes. Es importante que todos los futuros padres y los nuevos padres tomen medidas para proteger a sus bebés del RSV.

Independientemente de cuándo nazca el bebé, necesitará protección contra el RSV. Ahora existe una vacuna que se ofrece durante el tercer trimestre del embarazo o un anticuerpo monoclonal disponible para bebés; hable con su proveedor de atención médica sobre las opciones.

Es importante vacunarse contra la gripe estacional y contra el COVID-19 este otoño. Los adultos mayores y las embarazadas también deben consultar a un proveedor de atención médica sobre la vacunación contra el RSV. Es posible que haya escuchado el mito en nuestras comunidades de que estamos administrando “demasiadas” vacunas durante la temporada respiratoria, pero cada una es importante. Cada vacuna está diseñada cuidadosamente para proteger contra cepas específicas de virus circulantes, incluidos la gripe y el COVID-19.

Su sistema inmunológico no puede verse abrumado por las vacunas recomendadas. Y si bien es cierto que hoy hay más vacunas disponibles que en el pasado, las vacunas también son más eficientes y se administran en dosis más bajas, por lo que su cuerpo está expuesto a menos “componentes inmunológicos” totales que en el pasado.

Cada vacuna está diseñada para proteger contra una amenaza específica, como la gripe, el COVID-19 o el RSV, y usted desea tener toda la protección que pueda obtener antes de que estos virus circulen en nuestras comunidades.